Endrick, con un doblete, sacó de apuros al Real Madrid ante el Celta
El equipo merengue ganó 5-2 y avanzó a cuartos de final de la Copa del Rey.
Endrick, con un doblete en la prórroga, apagó el incendio en el Santiago Bernabéu para dar el pase a cuartos de final de la Copa del Rey a un Real Madrid inseguro, que regaló dos tantos al Celta para desperdiciar su ventaja, antes de respirar aliviado sin cerrar aún sus heridas (5-2).
Cuando el Real Madrid se sintió vencedor y rebajó tensión, resucitó un partido sentenciado con dos regalos. Los tantos de Mbappé y Vinicius los igualaba el Celta tras un error de Camavinga y un exceso de confianza de Asencio. Un penalti inocente, reclamado antes de que se rompiese el partido tras un derribo de Lunin a Swedberg, provocaba una prórroga que se convirtió en la reivindicación de la figura del 9 realizada por Endrick.
Del derribo de Lunin a Swedberg a la rápida transición con definición al puro estilo Mbappé. En su carril preferido, cayendo a la izquierda con bicicleta y disparo arriba. En la primera ocasión que cogió desprevenida a la zaga viguesa y Villar se hizo pequeño en el palo que nunca debe ceder un portero en un disparo lateral.
Y cuando en el arranque del segundo acto daba un paso al frente el Celta, le llegaba un duro castigo. Con Mbappé reclamando el liderazgo del equipo de Ancelotti, descolgándose de la zona del 9 para sacar de zona a un central, inventar un pase en largo a la aparición de Brahim que dejó de cara el mano a mano para que Vinicius definiera con facilidad el 2-0.
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Todo parecía perdido para el Celta y con esa sensación en el cuerpo aumentó el riesgo, se levantó de la lona con un disparo pegado al poste de Fran Beltrán y esquivó la goleada para acabar apretando el partido en su último suspiro.
Cuando el vuelo de Lunin para sacar arriba un gran disparo de Hugo Sotelo o la acción defensiva de Tchouaméni para corregir un error de Rüdiger que dejaba el gol en bandeja, fueron avisos que se convirtieron en realidad por un fallo grosero de Camavinga en inicio de jugada. Bamba marcaba a placer a siete minutos de un final que se estrechaba.
Con un Real Madrid escaso de confianza en bloque bajo, el nerviosismo de vuelta a la grada y un exceso de pundonor del mejor defensa del partido, Asencio, que midió mal y se llevó por delante en el minuto 90 a Bamba. El claro penalti lo mandó a la red Marcos Alonso. Nacía un nuevo partido con una prórroga que castiga de minutos a un equipo que tiró por tierra dos tantos de ventaja en su estadio.
Tardó en salir del shock el conjunto madridista que tuvo más piernas que el rival en el tiempo extra.
El brasileño Endrick se reivindicó con un zurdazo que decantó el duelo. Se giró con la portería en su mente y soltó un potente disparo que liberó al Real Madrid para acabar goleando. Con otro zapatazo para la colección de grandes goles de Fede Valverde y el doblete, de tacón, con calidad de Endrick.
EFE